¿Qué es la variedad arbequina?
El aceite de oliva arbequina se obtiene de la aceituna arbequina, que es una variedad de olivo procedente de Palestina.
Llegó a España por el Duque de Medinaceli en el siglo XVII, que hizo una plantación de olivos en el castillo donde vivía. Este castillo-palacio se encontraba en Arbeca (Cataluña) y por eso, se llama arbequina.
El aceite de oliva virgen extra arbequina es un zumo de aceitunas con toques frutales y un picante y amargo muy ligero. Por esta razón puede considerarse armoniosamente dulce, resultando una de las variedades de aceite perfecta para todo tipo de paladares y elaboraciones culinarias.
Del aceite de oliva arbequina lo que más se puede apreciar son sus notas a plátano e incluso a manzana madura. Además, a nivel olfativo, este aceite puede recordar a alcachofa fresca, frutos secos como la almendra, incluso hierbas aromáticas.
Usos del AOVE Arbequina
Como el aceite de oliva virgen extra arbequina es mucho más suave y aromático que otros aceites, resulta una excelente opción para cualquier tipo de receta. Especialmente teniendo en cuenta que muchas personas sienten predilección por esta variedad, ya que no enmascara el sabor de los ingredientes principales de un plato.
En crudo, el aceite de oliva virgen extra arbequina es exquisito en tostadas y ensaladas.
En repostería, gracias a su sabor y suavidad, es una excelente alternativa a la mantequilla, haciendo la repostería más saludable si se usa este aceite, para la elaboración de magdalenas, bizcochos, galletas y pasteles.
Beneficios para la salud
El aceite de oliva virgen extra arbequina tiene un alto porcentaje de ácido oleico, lo que ayuda a reducir el colesterol malo (LDL) y a aumentar el colesterol bueno (HDL). Asimismo, posee unos altos valores de polifenoles que ayudan a mejorar la salud cardiovascular.
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